psicología deportiva

¿Las preocupaciones generan ansiedad?

La preocupación se define como un estado de desasosiego, inquietud o temor producido ante una dificultad, un problema o una situación que no se controla.

¿Por qué me preocupo?

¿Has sentido miedo alguna vez a quedarte en blanco en un examen? ¿O has pensado qué dirá esa persona que te gusta si le pides salir? Cuando una serie de indicios o pensamientos nos indican que algo nuevo, malo o desconocido va a pasar aparece la preocupación. Es una tendencia normal, ya que muchas personas necesitamos tener previsión y controlar nuestro entorno. Cuando alguien se preocupa simplemente está mostrando esa faceta, pero al no poder ejercer el control necesario aparece la angustia y el temor de lo que pueda pasar. Esta tendencia se vuelve negativa cuando la preocupación es algo recurrente en nuestro día a día, y aparece incluso sin motivos razonables. 

¿Qué relación tiene con la ansiedad?

Si analizamos en detalle la palabra vemos que está compuesta: pre – ocupación. Lo cual indica ocuparse antes, en este caso, antes de que pase. Hay un tipo de ansiedad, conocida como ansiedad anticipatoria, que es precisamente eso. Puede generar gran malestar, incertidumbre, angustia, problemas de sueño o apetito… Y es que cuando una persona tiene la mente centrada en lo que va a pasar, deja de vivir en el presente, y así se pierde muchas cosas, incluso tal vez indicios de que el problema que le preocupa tiene solución.

Por eso, muchas veces es más fácil verlo desde fuera. Seguro que en alguna ocasión un amigo o familiar os ha comentado una preocupación que os ha parecido que no tenía sentido o que no era para tanto. Y sin embargo esa persona estaba realmente angustiada. Eso es debido a que cada uno somos diferentes y vemos realidades totalmente distintas. La preocupación es real, lo que cambia es el modo de verlo.

cómo luchar contra la ansiedad

La ansiedad además suele ser irreal, centrada en la parte negativa y evitativaSe presupone que esto es un método eficaz que te prepara para cuando aparezca la “situación problema”, pero no es cierto, ya que te estanca y te bloquea en la negatividad y el miedo.

Los pensamientos preocupantes que generan ansiedad se retroalimentan con las propias creencias, entrando en un bucle del que sólo es complicado salir.

¿Cómo dejo de preocuparme?

  • Es importante asumir que vivimos en un mundo incierto donde es imposible mantenerlo todo bajo control. De alguna manera eso es parte del encanto, ya que así podemos desarrollar nuestra imaginación, nuestras habilidades de resolución y sorprendernos de vez en cuando.
  • También tenemos que aceptar que hay cosas que ocurren sin más. Es decir, no siguen una lógica ni son explicables de manera sencilla.
  • Analizar objetivamente la situación puede ayudar a ver la realidad tal cual es. Coge papel y boli, y trata de describir la situación lo más objetivamente posible, teniendo en cuenta las veces que se ha cumplido tu predicción y las que no.
  • Lleva un “diario de preocupaciones”, para comprobar si se cumple o no lo que tú creías.
  • Las personas de nuestro entorno nos afectan más de lo que puede parecer a simple vista. Las emociones se contagian, y esto hace que nuestra visión cambie parcialmente. Rodéate de personas positivas, arriesgadas y de confianza.
  • Ten presentes tus puntos fuertes, incluso los pequeños éxitos que vas consiguiendo. Anótalos para poder leerlos cada vez que lo necesites. Esto hará que tu confianza se afiance y seas consciente de tus estrategias y de lo que eres capaz de hacer.
  • Por último, lucha contra tus instintos. A pesar de que te resulte difícil, y al principio te genere ansiedad, haz eso que te da miedo y enfrenta lo que puede pasar. Estarás listo para asumir las consecuencias, y será un gran paso haberlo hecho a pesar de todo. Recuerda que los pensamientos se retroalimentan, y hacerles frente hace que se disipen un poco.

¿Tienes dudas? ¡Consúltanos sin problema! Nuestro equipo de psicología deportiva te ayudará encantado.